Te debo la vida y mi vida; quien fui y quien soy. Darme cuenta que no me alcanzará la vida para agradecer al mundo por tenerte, me inspira a empezar hoy, a hacértelo saber, y tal vez, con un poco de suerte tenga el tiempo suficiente para demostrarte lo agradecida que estoy contigo mamá.
Agradecida porque desde el primer día que supiste de mi existencia no has hecho otra cosa que amarme y protegerme. Porque estoy segura que te invadía el miedo de esta experiencia, así que, gracias por enseñarme que el miedo no tiene por qué detenernos.
Porque crecí en un hogar lleno de amor y lleno de ti. Me enseñaste que mi hogar está en cualquier parte donde estén los que amo y lo que me hace feliz. Mamá, hoy puedo decir, no hay mejor hogar que tus abrazos.
Porque tu famoso “Y si lo encuentro, ¿qué te hago?”, se convirtió en una filosofía de vida. Sí, esa frase que de niña me llenó de nerviosismo, hoy me impulsa a buscar sabiamente y a nunca dejar de encontrarme.
Por enseñarme que la mejor medicina, siempre será mamá.
Por ese momento cuando me hiciste sentir independiente; hoy sé, que tenías tanto miedo de soltarme, y que cuidadosamente vigilabas por si fallaba. Mamá, cada paso que doy en mi vida, siempre tengo un recuerdo de ti enseñándome. Sin darte cuenta, me preparaste para mi vida entera.
Por ese momento, que nos estrenamos en “maestras de la creatividad”. Porque ninguna sabía lo que hacía y aún así, nos sentíamos victoriosas. ¡Hoy presumo logros de esas dos diseñadoras y arquitectas en potencia!
Porque me parezco a ti y no hay nada más en la vida que me haga tan feliz. Mamá espero que el día de mañana al mirarme al espejo siga viendo ese gran reflejo tuyo, en mí. Porque estoy segura soy el reflejo de tu alma y tu amor.
Por presentarme el mundo a través de tus ojos, me diste una fe inquebrantable y hoy me permite ver la magia en la imperfección y la belleza en el caos.
Y porque no importó las veces que me equivoqué, en tu corazón siempre hubo lugar para el perdón. Hoy te confieso que crecí creyendo que perdonar era sencillo porque te vi tantas veces hacerlo; y ahora como adulto expuesto a la vida, debo decir que no lo es… por eso me pregunto, ¿qué clase de heroína es mi madre?
Mamá, tú y yo juntas, somos magia, somos música, somos eternidad...
¡Feliz día mamá!
En AirBrush nos encantaría conocer tu experiencia en este gran día. Sabemos que tienes fotos increíbles con mamá y queremos ser parte de esta gran celebración. Comparte con nosotros la magia de tu creación vía Instagram @AirBrushOfficial o vía Twitter @AirBrush.